Continúo con la serie de artículos sobre fotografía de viaje que he preparado para ayudar al fotógrafo en las duras decisiones antes de cada viaje, sea del tipo que sea y sea al país o región que sea.
Espero que este esfuerzo os esté haciendo plantear dudas y que me hagáis llevar vuestros comentarios y dudas que estaré encantado de debatir con tod@s vosotr@s.
Cómo elegir los filtros
Hoy he de reconocer que estoy enamorado. Aunque siempre he usado polarizador, (antes tenia un Hoya normalito), no fue hasta el año pasado que debido a problemas con el gran angular y los degradados que me provocaba en los cielos, no me decidí a comprar un “buen” polarizador. Elegí un B+W MRC Slim Circular Polarizer.
El cambio en mi fotografía ha sido más que sustancial. Los degradados azules del cielo son simplemente perfectos y alucinantes, los verdes de la vegetación vibran, el agua cambia de color, y que decir de los reflejos en el agua… el dominio de la luz es impresionante y consigo modificar la foto radicalmente. Recuerdo ahora una serie de los castillos del Loira con reflejos en los lagos fabulosos.
Debido a la elección de que sea Slim, principalmente por el tema de viñeteo a 17mm, encuentro que tiene dos pegas con las que vivo y que le perdono porque la verdad es que yo lo elegí así.
La primera pega, que no puedes usar la tapa corriente del objetivo y que hay que poner un protector de plástico con el cual te viene al comprarlo. Es un poco rollo cuando cambias de objetivo, porque tienes que cambiar además la tapa normal por este protector especial. La segunda pega, es que al ser Slim, no tiene rosca para poner un porta filtros, con lo cual tengo que andar con los degradados a mano delante del objetivo. Esto, a veces es bueno porque es más rápido y nos permite mover los filtros y que no se note tanto en los bordes o en zonas donde el horizonte no es recto, pero por el contrario, cansa y si no estás trabajando con trípode es un poco incordio.
Otro filtro que considero vital para ir de viaje, es un filtro degradado neutro.
No soy nada partidario de los que son azules o naranjas (siempre se puede hacer con Photoshop). En muchos atardeceres o situaciones de luz donde el cielo te sale quemado, nos permite arreglar la foto y meter el rango dinámico de la escena en el de la cámara. Si no, todo es elegir, pero a veces pierdes cosas importantes y este filtro te lo puede evitar. Se consiguen fotos muy impactantes si las condiciones de luz o la diferencia entre la exposición del cielo y de la tierra son las adecuadas.
Hace poco he empezado a llevar otros dos filtros inseparablemente conmigo. Con el anterior llevo siempre un Filtro Singh Ray degradado inverso, que me está dando muy buenos resultados en atardeceres, salvándome el día.
También he incorporado un ND400 para cuando tenemos movimiento de agua y quiero aguas de seda, es de día y hay mucha luz. Si hay marejada u olas los resultados son espectaculares. Me da una clara dominante azul que luego corrijo con el balance de blancos adecuado.
Los filtros Singh Ray vienen con unas fundas de cuero elegantes y cómodas. Los suelo llevar ahí. Para el polarizador y el ND400 llevo unas fundas rígidas finas de plástico compradas en tiendas chinas por eBay.
Hasta hace poco llevaba siempre puestos los típicos filtros ultravioletas en todos mis objetivos. Más que nada los usaba como protectores de rayones o golpes en mis lentes cuando no usaba el polarizador. A día de hoy no los uso por que con las lentes que tengo no quiero perder calidad.
Siempre llevo el parasol puesto en mis objetivos. Siempre, hasta para interiores o nocturnas. Lo cual evita o previene que ante cualquier golpe la lente sufra directamente y evito que si tengo alguna luz lateral me desvirtúe la captura.
Que gracia me hace la gente que lleva el parasol puesto al revés en el objetivo y lo usa así. O lo pones o lo quitas pero… ¿usarlo al revés? Es como andar con piedras en el zapato. No lo hagáis, por favor os lo pido.
Trípode
Igual que he confesado que me he enamorado hace un año de mi filtro polarizador B+W he de reconocer que hace años que vivo un romance con los gorilla pod como trípodes y compañeros de viaje.
Todas mis fotos nocturnas y de atardeceres de mi galería de viajes están sacadas con él y también algunas importantes de interiores. Me resulta imprescindible para hacer fotos desde antes del atardecer y hasta una media hora o más después.
Empecé comprando la típica copia china de gorilla pod SRL por 10€. He de reconocer que con el tiempo se me han ido rompiendo y no me daban ya tanta confianza, sobre todo al usar zoom pesados como el 70-200 mm.
Lo he resuelto pasando al Gorilla Pod Focus con el cual estoy aún más encantado que antes. Es un poco más de tamaño, un poco más de peso, y bastante más de precio, pero me quita de casi cualquier problema y me ofrece una robustez incluso con cualquier zoom, seguridad en cualquier circunstancia, agilidad durante la hora azul y practicidad, en general, de la que dependo en estas circunstancias y no cambiaría por nada.
Como pega, tienes que preocuparte de encontrar algo a una altura media para colocarlo para evitar estar tirado en el suelo o que no se noten esas perspectivas rasas desde el suelo. Buscad que siempre hay algo. Yo lo he llegado a colgar boca abajo de ramas o verticalmente en farolas sin ningún problema y con estabilidad para tomas de más de 15 segundos.
Solo llevo el trípode grande, un Manfrotto en viajes por España, Europa o en aquellos en los que me voy a mover con coche. Es mucho peso, unos 3 kg, mucho tamaño, no cabe bien en las maletas a no ser que le quitéis la rótula y luego es mucho incordio y peso de llevar con nosotros. La gran ventaja de llevarlo con nosotros es que siempre trabajaremos mejor por altura con él, que con los gorilla pod.
Creo que con un poco de creatividad y contrastándolo con el peso y volumen compensa pasarse al gorilla pod en grandes viajes.
Flash
Tengo la suerte de tener varios flashes. Entre ellos el 580 EXII y el 430 EXII de Canon. De viaje siempre me llevo el 430 por razones de peso y volumen.
El llevar el flash me obliga a llevar pilas recargables de repuesto y el cargador para las mismas. La mayoría de pilas recargables tiene la manía de descargarse así que atentos si hace tiempo que no lo usamos por que estarán gastadas y llevaremos el flash para nada.
Nunca suelo disparar con el flash encima de la cámara, o si lo hago es rebotándolo contra el techo o alguna pared, así que llevo un cable TTL traído de china y siempre cojo la cámara con una mano y el flash con la otra. Esto me permite ajustar mejor la dirección, altura y distancia de la luz.
Mi cámara no tiene flash integrado, (no me daba el dinero para más) así que para retratos a contraluz o en interiores sin este flash estaría vendido.
Mucho cuidado al entrar a los sitios como catedrales, iglesias, museos, etc. Podemos pensar que vamos a hacer unas fotos estupendas con o sin flash y luego puede estar prohibido y nos vamos sin ninguna foto. Es mejor preguntar antes y no llevarnos sorpresas y malas caras.
Con mi cámara, la verdad es que en interiores, nunca uso flash porque puedo subir mucho la ISO y además esto me permite no llamar la atención en caso de que quiera sacar alguna foto furtiva.
Por favor, no seáis de esos que hacen fotografía de paisaje diurna o nocturna y se les dispara el flash de la cámara. A partir de 4 metros el flash de las cámaras no vale para nada y solo estáis agotando antes la batería.
Es muy normal que veamos en la entrada la foto de no se permite sacar fotos, algunas veces solo pone que no se permite sacar fotos con flash, y otras vemos que todo el mundo está sacando fotos con flash como locos. Cuidado también con los guardas que te ven con réflex y solo se fijan en ti y no en los otros miles de turistas con compactas.
Más adelante, en una cuarta entrega explicaré que tenemos que llevar con nosotros durante el viaje y en un quinto y último articulo explicaré cual es el flujo de trabajo que sigo cada día del viaje al descargar las fotos.
Por favor hacedme llegar todos vuestros comentarios a inesca@gmail.com.
Un abrazo a tod@s.
Las fotografías son alucinantes. El otro día decidí retomar una vieja Zeiss Iccon que tenía guardada en el placard y aun funciona. Fue nostálgico volver al método completamente manual y poderse despegar por un rato de la técnica digital.Te obliga a prestar atención a otros detalles, además tenés que probar algunas veces, porque no tenés display que te muestre cómo queda la foto. En fin, una linda experiencia.
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