Debido
a que ahora viajo con una preciosa princesita, ya no puedo dedicar tanto tiempo
como antes a mi blog de viajes y fotografía. Así que he decidido cambiar el
estilo y en vez de contar cada etapa o día del viaje en un artículo, prepararos
una serie de artículos cortos sobre cada uno de los sitios a los que viajo. En
este caso, para mi viaje a la isla de Madeira he preparado tres entregas:
- Diario de viaje de Madeira (I): Qué hay que saber antes de viajar a la isla.
- Diario de viaje de Madeira (II): Cosas que ver que no hay que perderse.
- Diario de viaje de Madeira (III): Otros sitios que deberíais ver.
Por
supuesto, cada entrega ira acompañada de todas las fotografías que pueda para
documentar visualmente el viaje. Al fin y al cabo, la fotografía es el fin que
me mueve y el viaje es el medio para enriquecerme personalmente y además
disfrutarla.
A
continuación, os voy a dar algunos consejos sobre cosas que considero que está
bien saber y tener claras ante un viaje a la isla de Madeira en Portugal. Os
avanzo que en esta ocasión solo podré daros una visión parcial y subjetiva de la
isla ya que fuimos con un bebé y ademas no tuvimos el mejor tiempo al ser ya la ultima
semana de Septiembre, lo cual hizo que el viaje no fuera todo lo genial que potencialmente
podría haber sido. De todas formas, la isla tiene muchas cosas que ver y muchas
razones para ir a visitarla e incluso volver a hacerlo.
Para
viajar a Madeira lo normal es que tengáis que pasar por Lisboa, esto es debido
a que las aerolíneas que viajan hasta aquí son portuguesas como la TAP y es desde donde tendréis
seguramente mejores conexiones. Nosotros decidimos aprovechar la escala en
Lisboa a la ida y pasar un par de días en la capital de Portugal para viajar a
la isla un par de días después. Es posible que en verano tengáis vuelos directos desde algunas capitales. Tanto en Lisboa como en Madeira tendréis una
hora menos que en España.
La
capital de la isla de Madeira se llama Funchal, y su aeropuerto está o estaba catalogado
como el segundo más peligroso del mundo. Supongo que por lo corta que era la pista
de aterrizaje, pero ya la han alargado. Tuvimos una llegada bastante buena,
ninguna pega en absoluto.
La
sorpresa desagradable la recibimos al ir a recoger el coche de alquiler que
habíamos reservado por Internet. Nos querían
bloquear mas de 2000 € en la tarjeta de crédito por el tema de su franquicia antes
de darnos el coche. Hay que leer muy bien las condiciones y preguntar en caso
de duda. Estos de la compañía Guerin son unos ladrones y aconsejo evitarles.
Mejor que no cojáis nunca un alquiler de
coches con ellos y que busquéis alguna otra opción que aunque sea en principio
sea un poco mas cara, luego lo barato sale caro y os obligan a coger su seguro
“todo riesgo” adicional de 100€, que por cierto ni siquiera lo es. Avisados estáis.
Desde
el aeropuerto a la mayoría de hoteles de la zona de la capital Funchal, hay
apenas 15 minutos por una carretera llamada Vía Rápida, que es lo que nosotros
conocemos como autovía.
Siempre
viajamos con la ayuda de un programa de navegación GPS en el móvil (Tom Tom,
Sygic…) para encontrar mejor los sitios, pero la verdad que en Madeira no nos
fue tan útil como otras veces. Muchas de los lugares a visitar son Picos,
miradores, comienzos de levadas, o lugares que por un motivo u otro no están cerca
de ciudades y se nos hizo más difícil llegar y orientarnos que otras veces. Gracias
a dios, nosotros teníamos un par de mapas bastante buenos de la isla y nos
ayudaron a encontrarnos y orientarnos en muchas ocasiones. Lo mejor saber
orientarse y fiarse del instinto y dejarlo a un lado.
Tuvimos
suerte con el hotel ya que al viajar con un bebé nos pusieron en una habitación
estudio bastante más grande que la que habíamos reservado para que entrara la
cuna y así también tuvimos cocina, microondas, un gran salón, dos ambientes, una
terraza y vistas al mar. Los camareros del hotel hasta nos reservaron una mesa
con trona para facilitarnos las cenas y desayunos. Por cierto, se cena muy
pronto y a las 9 cerraban el servicio en nuestro hotel.
Debajo
del hotel había varias agencias de viajes con folletos de publicidad de los
típicos autobuses turísticos rojo y amarillo, los cuales contenían mapas de la
ciudad de Funchal que os serán útiles durante la visita a la capital.
Hubo
un folleto de la agencia de viajes Happy Tours que usé como base para la
planificación de varias etapas del viaje. Era uno con unas 8 rutas para conocer
toda la isla. La ruta del norte, la del sur, la del noroeste… cada una con unas
7 poblaciones o lugares que visitar. Lo usé como guía base para saber que
visitar, saber cuantos días diferentes necesitaría y en que orden quería
hacerlo. Por lo menos, necesitareis 3 días para ver todo muy rápido y lo mejor
seria disponer como mínimo de 5 días.
A
la isla de Madeira se la conoce como el paraíso de los senderistas o amantes
del trecking. Durante muchos años se construyeron cientos de kilómetros canalizaciones
para el agua que permitían transportar el agua de las zonas donde había (en las
partes altas) a las zonas mas bajas donde había menos agua.
Se llaman levadas, por que llevan el agua, y para
que os hagáis una idea son parecidas a lo que en España en Andalucía se conocen
como acequias. Realmente son caminos para el agua entre las montañas, donde
además, han habilitado un sendero lateral mientras las construían que ha
resultado a la postre ser una maravilla para las personas que les guste el
senderismo, andar por la naturaleza o dar un agradable paseo con unas vistas
espectaculares en medio de la naturaleza.
Las
levadas son caminos espectaculares, muy agradables, y si el tiempo lo permite
una de las mejores razones para ir a la isla, para algunos es la única
actividad que valoran. Aunque llueva, id, pero bien equipados para el agua que
merecerá la pena.
La
isla de Madeira también es conocida como el jardín del Atlántico por la
vegetación, flores, plantas y árboles que encontrareis en ella que la
convierten en un vergel. Pero todo ese verde se paga, y llueve mucho, sobre
todo si subís a algo de altura. Supongo que depende sobre todo de la época del
año y como todo, de tener suerte.
El
tiempo en Madeira, al menos a finales de Septiembre que es cuando fuimos
nosotros, es como una lotería. La expresión “cuatro estaciones en un día” es
bien cierta. Como las predicciones del tiempo no eran buenas cuando mirábamos por
Internet, para saber el tiempo de ese día y de los siguientes, intentábamos madrugar para poder aprovechar
las mañanas todo lo posible antes de que se pusiera a jarrear por las tardes o incluso
al mediodía.
De
todas formas, en menos de una hora pasábamos del diluvio universal, sobre todo
en las alturas, por ejemplo, la zona de Rabaçal (centro de la isla) a un día de
playa y baño, con sol y calor, sobre todo en la zona Este de la isla, como
Machico y Punta Lorenzo.
Las
carreteras no me parecieron tan mal como dicen, ni son tan de asustar como
cuentan la gente en los diarios y foros, al menos para mi estuvieron más que aceptables
sobre todo después de este verano en Bulgaria. Las carreteras están por lo
general bien cuidadas.
Si
que es cierto que hay unas pendientes de impresión en muchos momentos. En poca
distancia se salvan desniveles importantes en muchas de sus carreteras. Depende
donde quieras llegar y por donde, pueden ser estrechas para dos coches, etc.,
pero es que estarás en medio del monte. Como norma general, tienes que ir en
segunda marcha para subir, pero sobre todo para bajar, porque sino se embala el
coche.
Aconsejo
coger un coche con cierta potencia para poder ir un poco suelto y que no se os
muera al subir. Nosotros cogimos un coche familiar (un Megane nuevo) y la
verdad es que le faltaba potencia en muchas ocasiones y teníamos que quitar el
aire acondicionado para poder subir a veces con garantías. No me quiero
imaginar lo difícil que será con coches más pequeños tipo Renault Clio.
Tranquilos de todas formas que llegar llegareis.
Aunque
muchos sitios no están para mi gusto bien indicados, también es cierto que
acabas llegando y todo acaba apareciendo. Es mejor fiarse un poco del instinto
y de los mapas, que del GPS que no sabrá por donde le da el aire a no ser que viajéis
con las coordenadas exactas de cada lugar.
Intentamos
hasta en 4 ocasiones hacer algunas de las levadas más recomendadas de la isla
como la de las 25 fuentes que sale de Rabaçal en el centro de la isla al lado
del Paul da Serra, pero en todas ellas, la zona estaba llena de nubes negras,
cubierta de niebla y lo que es peor lloviendo a cantaros. No way my friend.
La
única levada que pudimos hacer al final fue sin embargo una de las más bonitas.
Se la conoce como la levada del Calderao Verde y aunque empieza oficialmente
desde las cercanías de Santana, nosotros intentamos hacer la variante mas corta
que empieza desde el puerto de las Queimadas. De nuevo, según subíamos desde la
costa con un buen día azul y lleno de sol, se iban oscureciendo las nubes hasta
que empezó a llover y llego la niebla, casi no se veía a 5 metros .
Cuando llegamos arriba
estaba todo cubierto de niebla y llovía. Aguantamos un rato y dejó de llover a
pesar de que la niebla persistía. Salimos del coche y era todo precioso, como
de cuento. La niebla, los árboles, todo tenia un aspecto mágico, como el hayedo
de Otzarreta, en el parque natural del Gorbea. Nos equipamos para la lluvia e
intentamos hacer lo que el tiempo nos permitiera.
La
verdad es que vale la pena hacer por lo menos 2 o 3 levadas en una visita a
Madeira o dedicar casi todos los días a hacer una o dos. Bien es cierto, que
hay mucha gente que sólo va a Madeira para hacer senderismo y ni se plantea
visitar el resto de la isla, o solo determinadas cosas. Al ir con un bebé,
tuvimos que elegir esta ultima opción, así que para la siguiente que volvamos
seguiremos teniendo cosas que ver y que hacer.
Eso
si, que tengáis muy claro que Madeira no es un destino de playa. Las pocas que
hay son de rocas, y las dos que son de arena (Calheta y Machico) valen para un chapuzón
rápido, no para perder más de medio día.
Otra
opción de esta isla es coger excursiones para ir a ver delfines y ballenas en
alta mar. Si nunca las habéis visto puede ser una buena experiencia y solo
serán unas horas que recordareis siempre.
Bueno,
espero que os haya gustado este resumen y que continuéis hasta los otros dos
reportajes que he preparado:
- Diario de viaje de Madeira (II): Cosas que ver que no hay que perderse.
- Diario de viaje de Madeira (III): Otros sitios que deberíais ver.
Como
siempre espero vuestros comentarios, dudas o reflexiones tanto para enriquecer
este post, como mejorar en el blog de viajes y fotografía y que nos sea más
útil y práctico a todos.
Impresionantes Íñigo... me se ponen los dientes largos.
ResponderEliminarGran trabajo, qué envidia.
Gracias Javi. No soy digno, si sabes que tiro con zooms.
EliminarEs todo por la cámara... que por cierto cambiaré en breve añadiendo un palito.
Qué chulo Iñigo. Me encantan las fotos. :-)
ResponderEliminarQué chulo Iñigo. En tiempos de crisis parece que una hubiera estado ahí con tu super reportaje. Genial!
ResponderEliminarLas fotos son impresionantes, felicidades. La isla de Madeira vale mucho la pena, sobre todo para aquellos a los que le gusta el senderismo, ¡qué vistas más impresionantes!. Interesante el relato y los consejos.
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