sábado, 27 de agosto de 2011

Día 8 – Trogir y Parque natural nacional de Krka (Croacia)

Desayunamos en el hotel al aire libre con vistas al mar. Un muy buen desayuno que poco a poco nos va sacando poco a poco las propietarias de la casa. Hasta que reventamos y pedimos que no mas por favor.  

Nos dirigimos dirección Trogir. Está a menos de una hora de Split. Nos toca llenar el tanque de gasolina y lo hacemos al mismo precio y de la misma manera que en España. Sin novedad por esta vez.

Llegamos a Trogir. Realmente este pueblo es una isla a la que se accede a través de un puente. Para aparcar nos toca pagar un parking que hay a la entrada. Son 6 kunas la hora y no pensamos estar mucho tiempo así que aparco y gano tiempo.


Atravesamos el puente hacia la puerta de entrada. Al final del puente encontramos una oficina de cambio y cambiamos dinero. Creo que fue uno de los mejores cambios que encontramos en todo el viaje. Estaba lleno de gente porque era sábado y había mercadillo.

Entramos por la puerta principal de Trogir. Vamos callejeando por un pueblo agradable lleno de tiendas para turistas. Encontramos la entrada a la catedral.

Según el cartel de la entrada no vamos apropiadamente vestidos, pero me hago el guiri tonto, nadie nos dice nada y entramos. Aprovechamos que hay un guía explicando a un grupo en inglés y pegamos al oreja a ver si nos enteramos de algo. Comenta algo sobre que es la portada más ricamente decorada del románico del adriático. Tiene a cada lado a Adán y Eva tapándose con una hoja de parra después de ser echados del paraíso.


El interior es interesante. Hay una lámpara con forma de cruz, una sala del tesoro… y de vez en cuando nos acercamos al guía en ingles que da unas explicaciones muy claritas.


Antes de salir, encuentro la subida al campanario, amenazan con que subes bajo tu propio riesgo y decido subir. La verdad es que tiene unas buenas vistas de la ciudad y del puerto y vale la pena.


Bajo a la plaza de la catedral y entramos a un monumento conmemorativo a los caídos. Seguimos callejeando entre calle acabamos saliendo por otra puerta al otro lado de la muralla que da al puerto.


Es un bonito y agradable paseo marítimo con muchos barcos, escuela o de viajeros, yates privados etc. Llegamos a fortaleza, pero no tenemos tiempo para vistarla ni parece que valga la pena. Volvemos tranquilamente entre calles de piedra.


Salimos del pueblo y entramos al mercadillo. Compramos algo de fruta y volvemos al coche. Nos cobran por casi 2 horas, unas 12 kunas, menos de 2 €. Mucho más caro era pagar siempre el parking en Italia el año pasado… que no sé cómo están de crisis con lo que les dejé en los  parkings.

Vamos para Sibenik. Valoramos a la entrada la opción de parking por 6 kunas hora, pero según la guía solo hay que pagar los sábados hasta las dos de la tarde así que pagamos una hora y nos olvidamos.

Encontramos la oficina de información y turismo y vamos a pedir el mapa de la ciudad y algo de información. De nuevo no nos explican nada, solo que veamos las fotos y los números del mapa, tócate los huevos que forma de currar.

Le pedimos ayuda para alojamiento y llama a unas sobes. Encuentra una librey nos dice que por 300 kunas (43€). Decidimos probar y nos dice que nos vienen a buscar. Pensábamos ir a la noche, pero nos dice que el propietario ya está en camino. Llega en moto y le seguimos con el coche. Estamos un poco a las afueras, pero queda cerca del centro.
Entramos a la casa y la señora esta haciendo la colada en nuestra habitación. Todo un poco justo, la verdad, pero bueno, ya que estamos allí... Lo cogemos y les decimos que nos vamos,  que a la noche volvemos y la dejamos acabando la colada.

Nos dirigimos  al parque nacional natural de Krka. Hay dos opciones. Una es llegar a un pueblo y que te acerquen en autobús y la otra desde otro pueblo que te acercan en barco. Por el mismo precio elijo la última y allá nos vamos.

De nuevo te obligan a pagar parking para aparcar en el pueblo. Decido aparcar como tantos otras en una cuneta justo la entrada del pueblo y no pasa nada. Que chupa sangres con lo de los parkings.

Vamos a la oficina de las entradas y tras pagar la entrada e informarnos de los horarios del barco le pedimos a la chica algo de información. Nos da el folleto en inglés y no nos explica nada, por favor, ella no está allí para eso.


El barco sale a las en punto y vuelve a las y media. Podríamos coger el de las 14 pero preferimos comer tranquilos y coger el de las 15.


Comemos bien en un restaurante que hay un poco más adelante del barco. El plato mixto de carne me sabe riquísimo.

Cogemos las cosas del coche y llegamos más bien justos al barco, pero sin problema.

Nos da un agradable paseo de unos 20 minutos hasta la entrada del parque y allí bajamos.


Llegamos a la zona principal. Está todo muy preparado. La gente va allí a pasar el día y hay de todo para comer y beber, baños, puestos de souvenirs y de todo.



Aparecen las cascadas más grandes  y famosas. Está lleno de gente por todos lados. Se va un poco el sol y no nos apetece bañarnos.


Intento encontrar algún sitio para hacer una foto limpia de las cascadas pero no puede ser.

Voy al puente que pasa por encima del río y allí tengo foto, pero si pasa gente se mueve y  me fastidia el agua de seda ya que estoy con el trípode. Bueno, algo salió.


Se va subiendo por un camino de escaleras y se van viendo otras cascadas más arriba.


Mientras hacía fotos en la parte alta aparece un joven en medio de las cascadas y viene nadando. Yo creía que le llevaba la corriente y se mataba, pero justo al llegar al borde se levanta, se pone de pie en el borde y mira para abajo. Son más de 8 metros de alto. No se lo piensa y se lanza de cabeza. A la espuma… al de un rato sale y se dispone a hacer lo mismo desde la de abajo. Loco de atar, pero sobrevive. Supongo que no será la primera vez que lo hace, ni el único, pero de verdad que hubiera apostado mucho dinero a que se mataba.

Según se va subiendo vamos encontrando varios miradores desde los que se ven las sucesivas cascadas y saltos de agua. Cuando sale el sol son espectaculares.


En la zona de arriba hay tiendas de souvenirs.

Vemos muchísimos peces. Es lo que tiene que sea parque natural que no se puede pescar y han crecido.


Aparecen unos caminos muy pintorescos de tablas de madera que sobrevuelan los ríos y vamos andando muy agradablemente por ellos adentrándonos en el parque.


Tras una hora o así caminando agradablemente dentro del bosque volvemos haciendo un circulo a la cascada principal.


Tomamos un crep de chocolate recién hecho y esperamos a que venga el barco de las 18:30.


Encontramos al coche en la cuneta donde lo habíamos dejado sin multa y volvemos a Sibenik.

Entramos en la sobe y dejamos las maletas. Nos damos cuenta que no tenemos desayuno pero tenemos localizada un pastelería o panadería Pekara muy cerca. Vamos y compramos para el día siguiente.

Hoy no tenemos wifi. No había opción según la de turismo y decidimos ir a un Mac Donalds en un centro comercial que hemos visto de camino para haber si allí hay conexión a Internet y reservar el alojamiento del día siguiente.

No hay suerte. Parece que solo tienen wifi en Estados unidos, en los de Croacia no les ha llegado. Volvemos a casa y descansamos.

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